El Mastín Inglés es valiente y alerta (por lo cual es un buen perro guardián), y a su vez tranquilo, afectuoso y un tanto torpe. Es bueno y paciente con los niños y posee una gran lealtad; pero no debemos olvidar tratarlo siempre con respeto, y teniendo en cuenta su fuerza, pues es una mascota que en manos inexpertas puede causar problemas, por el simple hecho de su poderoso tamaño. Por esta misma razón el Mastín debe ser adiestrado desde cachorro, sin incentivar de ninguna manera comportamientos agresivos en él, pues esto podría dar como resultado un perro peligroso y desequilibrado. Este gigante noble es muy afectuoso, pero aún así no es recomendable para niños muy pequeños (por su notable fuerza, hecho que insistimos en destacar). Con los extraños es usualmente reservado, mientras que con otros perros a veces surgen conflictos, pues a veces es posesivo o dominante; por ello es bueno socializarlo desde cachorro. Entre las que podrían considerarse desventajas para algunas personas, se destacan sus sonoros ronquidos, y la baba recurrente.
Esta raza posee un origen británico muy antiguo; utilizada en un principio para las luchas contra animales poderosos, como los toros y leones, y para las guerras. En la actualidad es una raza amable y equilibrada, sin tendencias agresivas. El Mastín es un perro muy codiciado por los criadores y una buena mascota para todo hogar espacioso.
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