El Pastor Alemán es una raza con una gran versatilidad, es un trabajador nato, excelente guardián. Ha sido una raza muy utilizada a lo largo de la historia para distintas tareas como perro policía, lazarillo, de rescate, detector bombas y drogas… los servicios prestados durante las dos guerras mundiales le granjearon un respeto y admiración universales. Los antepasados del Pastor Alemán existían por distintas zonas de Alemania des de hace siglos. Sus orígenes se remontan a finales del siglo XIX. Es fruto de cruces entre pastores de Turingia y Wurttenberg, fue creado para guarda y protección de los rebaños de carneros contra los lobos. Hoy en día, esta raza no es sólo una de las más queridas y admiradas por los amantes de los perros.
El Pastor Alemán es un perro tranquilo, atento, obediente y seguro de sí mismo. Normalmente tiene una actitud reposada pero, cuando lo exige la ocasión puede estar alerta y ansioso. Es muy inteligente y tiene una gran capacidad de comprensión por lo que es fácilmente adiestrable. Es un animal muy valiente, obediente, alegre, leal, equilibrado y muy afectuoso con el dueño y los niños aunque a veces no sabe medir bien su fuerza. Es un perro vigilante y un poco desconfiado con los extraños.
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